El exsodero encontró una forma de aumentar sus ingresos al realizar los recorridos de cada día entregando soda en los domicilios.
Luego de días agotadores, Leandro de la Tablada decidió prestar servicios sexuales a sus clientas durante sus jornadas laborales, fue allí que los rumores llegaron a sus patrones, quienes decidieron despedirlo por mantener relaciones en las visitas, aunque para el era una forma de aumentar sus ganancias.
En la soderia me permitían entrenar y estar bronceado por lo que siempre recibía ofertas por parte de las clientas y clientes, como fue en el caso de los primeros, unos brasileños.
Luego de quedarse sin su trabajo estable, Leandro decidió dedicarse de lleno a su nuevo emprendimiento y ahora vende contenido erótico en internet.
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